Carlos Sobera ha confirmado, con su arqueo de ceja característico, que el reality First Dates prepara un ‘especial políticos’. El caso del novio de Isabel Díaz Ayuso ha precipitado los acontecimientos. “Tenemos ya tres cuartos de hora grabados en parkings, urbanizaciones abandonadas y almacenes de mascarillas sin usar de toda España”, ha explicado Kaku Pido, productor del programa emitido por Cuatro. En él participarán personas que se dedican a la política de manera profesional y no han encontrado todavía su medio pomelo de confianza. “Algunos no se fían ni de su mano derecha, en sentido literal”, susurra Pido.

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Además de personas que llevan ya años entregadas al servicio público, es intención de First Dates abrir el espectro y que se emparejen, o poliamoricen, ante las cámaras tiernos afiliados a las juventudes de las formaciones políticas. “Si no pillas pronto, te dan los 45 y te acabas encamando con el primero que conduce un deportivo de lujo. ¡Si lo ha explicao Isabel muy bien!”, admite Cuca Macarra, nombre ficticio, que acaba de afiliarse a las Nuevas Generaciones del Partido Popular. Participa en el programa con la ilusión de encontrar a alguien “sin antecedentes penales ni anales, que yo soy muy tradicional para según qué”. Los servicios legales del programa estudian la manera de acceder a los archivos judiciales de los participantes, incluidos los que pudieran tener antes de alcanzar la mayoría de edad. “Todos tenemos un pasado”, admite Carlos Sobera con otro arqueo de cejas.

Los participantes se someterán a un polígrafo que da calambres y deberán estar al día con la Agencia Tributaria. El politólogo Estéfano Rotaetxe aplaude la iniciativa porque “sin parejas de fiar” se corre el riesgo de que se extinga la clase política. Según Rotaetxe, criar políticos de manera artificial como en Blade Runner sería más aburrido.

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