La mayoría de los ciudadanos del estado español (53%) sí estaría dispuesto a luchar por su país en caso de que hubiera un conflicto bélico en el que se defendiese si la tortilla de patatas debe de llevar cebolla o no. El estudio, realizado por la Asociación Internacional Gallup, no concreta cuál es la preferencia mayoritaria sobre los ingredientes que debe llevar la tortilla de patatas pero constata que la mayor parte de la población estaría dispuesta a combatir en el frente para defender su preferencia, cualesquiera que esta sea. El resultado de la encuesta contrasta con el exiguo 29% de súbditos españoles dispuestos a incorporarse al ejército para cualquier otro menester debido a que “hay cosas que se pueden solucionar hablando y otras no”.

Guerra justa

La mayoría de las personas encuestadas que se alistarían en las Fuerzas Armadas considera que la crispación independentista en Catalunya, la guerra de Ucrania o la ofensiva israelí en Gaza son solo cortinas de humo para ocultar el conflicto entre cebollistas y fundamentalistas feculares. “A los informativos no les interesa contar la verdad, pero el pueblo está soliviantado. La desafección de la ciudadanía es un mito. Está dispuesta a tomar las armas para defender aquello en lo que cree”, explica Josemi Croondas, sociólogo y colaborador habitual del CIS, mientras limpia su escopeta de doble cañón al tiempo que ve en televisión cómo Karlos Argiñano pocha un sofrito de cebolla “para que la tortilla quede jugosita”.

En la lista Gallup también destaca Italia, donde casi ocho de cada diez ciudadanos (78%) asegura estar dispuesto a derramar su sangre en las trincheras con tal de que el mundo se entere de que a los spaghetti carbonara no se les echa queso Philadelphia.

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