Un vecino de una urbanización de adosados, propietario de un Scattergories y encargado de organizar partidas en casas de otros vecinos los sábados por la noche, ha anunciado que cancela su agenda y se retira varios días para reflexionar. El dueño del juego de mesa de Hasbro ha comunicado mediante una nota en la garita del portero que el lunes informará acerca de su decisión sobre si dimite como maestro de ceremonias de las veladas lúdicas o continúa en el cargo. Reacciona así ante lo que considera una “operación de acoso y derribo” del resto de participantes de las partidas, quienes se niegan a reconocer “barco” como animal acuático.

No sabe si merece la pena

El clima de crispación que se vive en la urbanización ha llegado a su punto máximo de tensión y el propietario del juego de mesa así se lo ha hecho saber al resto de convecinos, algunos de los cuales consideran que su reacción es “desproporcionada”. Aunque muchos de los vecinos le apoyan, se contempla con incertidumbre el futuro de la noche de juegos de los sábados, a la espera de las opciones que queden abiertas en el caso de que el propietario del Scattergories termine dimitiendo finalmente. “Si eso pasa, la señora Engracia, del n.º 13, pasaría a ser la directora de juego con carácter de interinidad. El problema es que ella sólo tiene un Pictionary y un bingo al que le faltan bolas, por lo que a la vuelta de vacaciones habría que convocar elecciones. Eso o volver a lo de las orgías de swingers. Aunque la última vez acabamos con malos rollos”, explica el propietario de uno de los chalets que prefiere permanecer en el anonimato.

Los detractores de la gestión del agraviado han dicho que en ningún caso accederán a dar por válido “pulpo” como animal de compañía.

© elkarma.eus