La creciente presencia, en el norte de la península ibérica, de individuos de mediana edad ataviados con sandalias y bermudas durante jornadas lluviosas y temperaturas no superiores a 15 grados este pluvioso mes de mayo obedece a una eclosión de `Rogativas Laicas’ para que no llueva más. En el Registro de Entidades Religiosas dependiente del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes ni confirman ni desmienten que se esté tramitando la inscripción de la Iglesia de los Santos de los Últimos Resfriados, la Cofradía de Nuestra Señora del Tabardo o la Hermandad del Santo Sabañón.

Pero ponte algo

“Al principio creímos que eran guiris perdidos del Camino de Santiago pero nos percatamos de que no llevaban calcetines”, explica Joseba Denes, policía municipal en Santurtzi, Bizkaia. El mismo fenómeno se ha descrito en Orio, Castro Urdiales, San Vicente de la Barquera o Suances siempre protagonizado por “empadronados encabronados”. Por lo general deambulan lanzando miradas torvas al cielo con cara de desesperación, mascullando expresiones de hartazgo en diversas lenguas cooficiales a cuenta de la climatología adversa. “En algún caso extremo se han reportado estancias en terrazas bajo la lluvia durante más de tres horas, ¡habiendo pedido una única consumición!”, afea el ministro del interior Fernando Grande-Marlaska.

La abogada penalista María del Apercibimiento Final sostiene que a estos sujetos no se les puede aplicar la Ley de Seguridad Ciudadana, o ley mordaza, porque suelen circular por zonas peatonales “en grupos unipersonales y eso todavía no hace falta comunicarlo de manera previa a la autoridad, creo”. Greta Thunberg no se ha pronunciado al respecto.

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