La Asociación Nacional de Psicólogos por la Integración y Contra los Prejuicios (ANPICP) ha publicado en su último boletín un estudio detallado en el que informa de que padecer de psicopatía narcisista no garantiza el triunfo profesional o social. Con la publicación de esta investigación multidisciplinar, el colectivo de psicólogos y psiquiatras pretende acabar con prejuicios derivados de la aseveración de que entre los altos ejecutivos se detectan un 10% de psicópatas. La ANPICP afirma que se puede ser un “perfecto hijo o hija de la gran puta sin corazón” y ser al mimo tiempo un obrero asalariado, por lo que no considera justo que se vincule al psicópata únicamente con personas de alto poder adquisitivo y de decisión ya que “carecer de empatía no significa necesariamente carecer de conciencia de clase”.

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Muchos especialistas en salud mental explican en talleres, conferencias y simposios monográficos que asociar a las personas con un trastorno de personalidad psicopático con minorías privilegiadas “hace un flaco favor al psicópata, quien trata de integrarse en la sociedad como un mediocre miembro de la clase media con gran esfuerzo por su parte, ya que no es fácil hacerse pasar por un ser humano corriente cuando lo mismo le da darte los buenos días que clavarte dos tenedores en los ojos”, como explica Teresa Bandija, terapeuta conductista conductual y psicóloga de la corriente marxista.

La ANPICP pone como ejemplos de integración películas como Psicosis, en la que el psicópata protagonista trabaja como humilde recepcionista en un modesto negocio familiar y critica films como American Psycho o El Silencio de los Corderos por perpetuar clichés elitistas.

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