Sindicatos y agrupaciones de trabajadores han mostrado su preocupación ante el éxito electoral de la formación ultraderechista Se Acabó la Fiesta en los pasados comicios europeos, donde ha obtenido 800.000 votos y tres escaños. Temen que, de escalarse este resultado en unas eventuales elecciones generales en el estado español, y el partido de Alvise Pérez obtuviera la cartera de Trabajo y Economía Social, podría modificar el calendario laboral y eliminar todos los días festivos. Aunque esta propuesta no figura en su programa electoral, analistas subcontratados por la CEOE no descartan la posibilidad y se encuentran calculando cuánto se ahorrarían las imprentas en costes al poder prescindir del color rojo en los almanaques.

Miedo razonable

Trabajadores por cuenta ajena, autónomos y propietarios de pequeños negocios hosteleros viven con inquietud que la formación de Alvise haga honor a su nombre. “Lo de que sean fachas me viene sudando la brenca. Son sus costumbres y hay que respetarlas. Pero como nos quiten los domingos, las fiestas de guardar y los puentes me voy a empezar a cagar en la madre que parió al Alvise, al Vito Quiles, a los niñatos que le han votado, a la ley electoral de la Unión Europea, al Tik Tok y al inventor de la urna, no me jodáis…”, ha comentado, desde el respeto, el dueño de un bar de tapas de Almería.

Alvise Pérez ha declarado que lo de la Fiesta en el nombre del partido hacía referencia a reducir los privilegios y la impunidad de todos los políticos malos que no fuesen él, pero que lo de abolir los días inhábiles a efectos laborales, retribuidos y no recuperables, es “una idea cojonuda, que para eso somos liberales en lo económico, ole mi coño moreno… Esto último me lo quitas, a ver si se me van a mosquear en Hazte Oír”.

© elkarma.eus