La comunidad de parapsicólogos ha amanecido en shock tras las declaraciones de la Sociedad Española de Investigación de Fenómenos Extraños, que refuta de manera preliminar la teoría de que Jordi Hurtado es un vampiro primigenio que se alimenta de la sangre de becarios que realizan prácticas en Televisión Española. La conclusión a la que ha llegado la asociación es que “Jordi Hurtado sí que envejece, sí, y no poco”, aunque los resultados de los análisis a los que han sometido al presentador de Saber y ganar no son definitivas y sólo habrá una respuesta en firme una vez que se realice la vivisección del cuerpo del periodista catalán.

Contra todo pronóstico

Según SEIF, el hallazgo de jóvenes exangües en el arcón frigorífico del domicilio de Jordi Hurtado, así como de un ataúd en su sótano, son sólo pruebas circunstanciales que no demuestran que Hurtado sea un vampiro eternamente joven. “¿Que tiene unas aficiones un tanto particulares? Puede ser. ¿Que no envejece? Totalmente falso. Otro caso más del Efecto Mandela”, declara Goyo Meloguiso, portavoz de la agrupación de estudios paranormales, quien asegura que “el rigor científico es lo que tiene”. El Colegio de Cazadores de Vampiros de San Feliu de Llobregat ha recibido la noticia con cautela y asegura que no va a desmontar el perímetro de estacas de madera, bombas de agua bendita y pucheros de sopas de ajo que rodean la vivienda de Hurtado ni a reducir los turnos de vigilancia.

Becarios que trabajan como asistentes de producción en TVE aseguran ahora sentirse “estafados” y confiesan que sólo habían accedido a ejercer sin sueldo con la promesa de ser convertidos en no muertos. “A la mierda lo de convertirse en murciélago, con el asco que da viajar en Vueling”, lamenta uno de los afectados.

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