El abandono por Vox de los gobiernos compartidos con el Partido Popular se ha debido, según la formación verde, a la intención del PP de “regalar un balón de reglamento” a cada menor extranjero no acompañado. “Ha sido la gota que ha colmado el tonel”, denuncia Santiago Abascal mientras reparte folletos contra a los “balonazos invasores” en una gasolinera de Badajoz. Según el presidente de Vox, Alberto Núñez Feijóo pretendía “llegar más lejos en su entreguismo al sanchismo-menalismo” obsequiando con cargo al erario público a cada joven “un equipamiento completo de la selección española de balompié”.

Golpe franco

El brillante desempeño de Lamine Yamal en la Eurocopa, jovencísimo catalán hijo de ecuatoguineana y marroquí, ha encendido varias bombillas led en la sede del PP sita en la calle Génova de Madrid. El objetivo es aislar a Vox y “meter un gol por la escuadra izquierda al votante de extremo centro” ofreciendo una imagen de moderación, pacto y mente abierta, explica la analista Loreto Rera. “Estamos valorando apuntarnos todos, todas y todes a SOS Racismo y dejar a Vox en exclusiva las racistadas y competir con Se Acabó la Fiesta”, admite el portavoz del PP Borja Sémper. “Raro será que entre los 400 que hemos acogido en las autonomías que gobernamos no se esté el próximo Yasir Arafat, Karim Abdul Jabar o… ¿Cómo se llama el jambo ese…?”, comenta Joaquín Tegraciones responsable de migraciones del Partido Popular.

“Qué se puede esperar de la derechita cobarde de la pradera, que admite que a la selección española se le llame “la roja” sin decir esta finca es mía”, denuncia Santiago Abascal ajeno a que fue el seleccionador Luis Aragonés el que propuso el sobrenombre allá por 2004.

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