A la espera de que el Ministerio de Interior impugne el convenio de formación acordado entre el Sindicato Unificado de Policía y Desokupa, la empresa de desalojos ha decidido continuar con su plan de diversificación del negocio “para no poner todos los huevos en la misma cesta” y comenzará a colaborar con el sector de la hostelería. Desokupa ofrecerá ahora sus servicios para “aligerar el transito de clientes” en las terrazas de los bares y que estos no se eternicen con una caña, ocupando la mesa durante horas e impidiendo que otros clientes potenciales puedan hacer gasto en el local. La metodología seguiría siendo la misma que la pyme emplea para el desalojo de viviendas, sólo que, ante la masificación de las terrazas en verano, prevé una mayor aceptación de su actividad por parte de la opinión pública.

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Los dueños de bares y restaurantes comprueban cada día cómo sus negocios pierden dinero por culpa de clientes que se hacen fuertes en las terrazas con una única consumición durante toda la tarde. “La gente se pone a charlar de sus mierdas con un solo con hielo y se tiran las horas muertas. Algunos han llegado a pedir un agua mineral, se han puesto crema bronceadora y se han tumbado entre dos sillas para ligar bronce. Observamos cómo otras personas que buscan sitio para tomar alfo a la fresca les miran con desprecio en actitud pasivo agresiva, pero no pillan las indirectas y no se mueven de la mesa hasta el cierre”, explica el gerente de una horchatería.

Conciencia y Respeto 1970 S. L., razón social bajo la que opera Desokupa, enviaría efectivos a las terrazas para intimidar, amedrentar y sacar a rastras a los clientes recalcitrantes “aunque se hayan encadenado a la sombrilla de San Miguel”.

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