El Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos ha comunicado que se desvincula de la metodología empleada por Renfe AVE y Adif en sus terapias para el tratamiento de la claustrofobia. Sin bien la asociación de profesionales está de acuerdo en que los tratamientos de shock suelen tener un elevado porcentaje de éxito, considera “poco profesional” encerrar a pasajeros dentro de un vagón de tren durante dos horas justo cuando el convoy se encuentra en el túnel que une Chamartín y Atocha, sin luz ni aire acondicionado. La medida empleada por el servicio ferroviario de alta velocidad ha sido calificada de “imprudentemente experimental” a la espera de entrevistar a los pasajeros para conocer si ya han superado su miedo a los espacios cerrados.

Si duele es que está curando

La sesión de terapia que tuvo lugar la tarde del pasado lunes consistente en detener el tren con destino Levante en el mencionado túnel desde las 15:50 hasta las 18:10 se inició con el desconocimiento de los pacientes “porque si no hay sorpresa no hay shock, y sin shock no hay asociación emocional”, justificaba Renata Bardillo, jefa de la división de psicología y psiquiatría de Adif. Según los responsables de monitorizar la sesión a través del circuito cerrado de televisión del AVE, “todo ha ido como la seda y sólo hemos dado por finalizada la terapia cuando los pasajeros han comenzado a romper a martillazos más ventanas de las presupuestadas en el informe preliminar de riesgos y rentabilidad, pero vamos, que todo bien”.

A pesar de las críticas, el balance de cinco personas con crisis de ansiedad y mareos entre los pasajeros ha sido calificado de “muy positivo” por parte de Adif, que barajaba un tasa mucho más elevada de heridos por objeto romo o autolesiones con cristales rotos.

© elkarma.eus