Fuentes cercanas al servicio secreto británico han revelado que el MI6 ultima los preparativos para enviar a su mejor agente doble cero al convento de las monjas clarisas de Belorado y tratar de desbaratar sus malignos planes de dominación mundial. Aunque se trata de una operación ultrasecreta, se sabe que los planes de infiltrar a James Bond en el convento burgalés de las religiosas heréticas ya habría entrado en una primera fase de procesado de informes de inteligencia, organización logística y entrenamiento del agente 007 en la elaboración de trufas surtidas. La misión podría ser una de las más duras y difíciles a las que se habría enfrentado Bond, que aún no sabe si el nuevo líder de la organización criminal, el obispo sedevacantista Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva, es capaz de lanzar sombreros con ala de filo o se limita a acariciar al gato mientras sus esbirros hacen el trabajo sucio.

Alta tensión

A pesar del cambio de liderazgo en el convento de Belorado, con la defenestración del obispo excomulgado Pablo de Rojas Sánchez-Franco, quien se sospecha que podría haber acabado en el fondo de la piscina de tiburones instalada por Ribeiro da Silva tras el golpe de mano de la exabadesa Laura Gil de Viedma, la Inteligencia británica no subestima la capacidad ofensiva y defensiva de la monjas clarisas, que ya han perimetrado las instalaciones con un campo de minas y han instalado baterías antiaéreas.

“Han pasado de estar bajo la tutela de un megalomaniaco preconciliar defensor de Franco a ser comandadas por un trumpista admirador de Hitler. Poca broma. Al menos con SPECTRA sabíamos a qué atenernos. Bond va a tener que ser la mejor versión de sí mismo y salir de su zona de confort si pretende lidiar con éxito esta situación”, explica M, jefe de la operación.

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