El road manager de la futura gira de Oasis, tras la reconciliación de los hermanos Gallagher, ha comunicado a sus fans que no deben temer a una posible suspensión de los conciertos ante nuevas rencillas de Liam y Noel. El equipo de la gira lo tiene todo dispuesto y ya ha comenzado a organizar castings de admiradores que acompañarán a la banda y se dejarán pegar por los Gallagher durante los trayectos y en el backstage. La iniciativa pretende que los líderes de Oasis puedan desahogarse y propinar palizas a los voluntarios, de forma que se queden a gusto y no se dejen consumir por la frustración que les produzca a cada hermano los excesos y desplantes “que los habrá” del otro.

Lo importante es el dinero

La gira, que recorrerá Cardiff, Manchester, Londres, Edimburgo y Dublín entre julio y agosto de 2025, transcurrirá, por tanto, sin incidentes y los Gallagher serán capaces de gestionar sus conflictos enquistados ejerciendo la violencia vicaria “o la violencia sin más” en personas a las que les compensa un traumatismo craneoencefálico con tal de que sus héroes se vuelvan a juntar. Aunque la primera iniciativa era sedar a Liam y Noel con dardos tranquilizantes de toracina durante el tiempo que no estuviesen en el escenario, un largo historial de coqueteo con los estupefacientes ha blindado el organismo de los Gallagher, que seguían insultándose durante las negociaciones previas a la gira a pesar de que los cuidadores del zoo habían recargado ya varias veces sus rifles de aire comprimido.

Los sparrings, que han renunciado a cualquier tipo de seguro médico, se dejarán golpear con saña mientras los hermanos se lanzan reproches mutuos. “Sólo les hemos pedido que no mencionen a Damon Albarn, porque en ese caso no se les garantiza que el equipo de reanimación vaya a poder hacer algo”, matiza el batería Chris Sharrock.

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