El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, ha pedido a los palestinos residentes en la Franja de Gaza que no olviden salir a la calle con chaleco reflectante. La solicitud del máximo representante militar de la operación bélica en Gaza obedece a la dificultad cada vez mayor que encuentran los drones de Israel para localizar y disparar a civiles. Según fuentes cercanas al Ministro de Defensa, Yoav Galant, en los primeros meses de la incursión militar los drones podían disparar “al bulto” y a alguien acertaban, pero con una destrucción del 80% de la infraestructura de Gaza y 1,9 millones de personas desplazadas por todo el área, los drones lo tienen cada vez más complicado, por lo que se está apelando a la colaboración ciudadana.

Los palestinos sólo piensan en sí mismos

Los chalecos reflectantes permitirían a los drones encontrar antes objetivos diseminados por una zona de 365 kilómetros cuadrados, lo que repercutiría positivamente en sus índices de eficiencia. “Hay días en que los drones regresan a la base de vacío. Alicaídos, taciturnos, sin incentivos. En definitiva, frustrados. Atrás han quedado los días en que reventaban un edificio y despanzurraban a decenas de civiles. Pero ahora los edificios están derruidos. El palestino es de naturaleza egoísta y se esconde. No le pidas empatía hacia los pobres drones. Gentuza…”, explicaba Benjamin Netanyahu, muy preocupado por la moral de los vehículos aéreos no tripulados de la Fuerza Aérea Israelí.

Muchos drones que operan en Gaza han pedido su traslado al frente de Cisjordania, alentados por cartas de amigos y familiares destinados allí que les cuentan que se trata de una tierra de leche y miel en la que sí que se puede matar a gusto, desatando una pesadilla logística y organizativa sin precedentes.

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