Como cada septiembre, chiringuitos de playa y bares con terraza de puntos turísticos de toda España dan inicio a sus esperadas liquidaciones outlet, ofreciendo a los consumidores la oportunidad de adquirir platos de ensaladilla rusa elaborada a principio de verano, que llevan más de dos meses expuestos en la vitrina de la barra, a precios reducidos. Este mes marca el comienzo de una temporada de descuentos que atrae a miles de autóctonos en busca de las mejores ofertas de ensaladilla antes de que lleguen las nuevas remesas de otoño – invierno. Con el inminente final del verano, aglomeraciones de clientes locales se agolpan a las puertas de bares de tapas que ya anuncian descuentos de hasta un 50% en esas mismas ensaladillas de patata con mayonesa que en plena efervescencia de turistas de fuera no se podían permitir.

Bueno, atún y barato

Las liquidaciones de septiembre no solo benefician a los consumidores, sino también a los chiringuitos, que aprovechan esta oportunidad para liberar espacio en la barra y prepararse para la nueva temporada. Este movimiento estratégico permite a bares de raciones renovar su inventario y ofrecer las últimas tendencias gastronómicas una vez que ya se han agotado los outlets de ensaladilla rusa. Iniciativas como las de algunas agrupaciones de hosteleros que colaboran con entidades como el Banco de Alimentos, son un ejemplo de cómo las liquidaciones pueden tener un impacto positivo en la comunidad. “Hay mucha obsesión por consumir ensaladilla rusa nueva pudiendo consumir otra de meses atrás que a lo mejor no está tan a la última pero quita el hambre igual”, comenta una voluntaria de Cáritas.

Las liquidaciones fomentan además un consumo más sostenible y solidario, ya que muchas cepas de enterobacterias como la salmonella, que de otro modo quedarían sin vender, encuentran un nuevo hogar.

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