Cientos de propietarios de tiendas de confección y reparación de calzado que se han incorporado al trabajo tras terminar sus vacaciones de agosto han denunciado en Juzgados de lo Mercantil de todo el Estado a los duendes que aparecen por los noches por incumplimiento de contrato. Zapateros y zapateras se encuentran muy disgustados al descubrir que los duendes no han dado salida a los encargos recibidos durante el mes de vacaciones, que ahora se acumulan y de los que se tendrán que encargar ellos mismos doblando turnos. Los duendes, que no se han puesto en contacto con los humanos ni han comunicado ningún tipo de reivindicación laboral, y se han limitado a hacer dejación de funciones, sientan un precedente preocupante que podría poner en peligro la industria del calzado si no deponen su actitud.

Crisis del sector

La industria de la producción de calzado en España ocupa una posición destacada a nivel mundial, especialmente en el segmento de calzado de cuero y materiales textiles, con un valor de exportaciones que alcanzó los 3.260 millones de euros en 2023, por lo que el absentismo de los duendes que hacen todo el trabajo por las noches mientras los zapateros duermen preocupa al Ministerio de Industria. “De momento sólo podemos pedir calma y paciencia. Toca esperar a ver si los duendes reaparecen en las próximas horas y todo se trata de una falsa alarma. De no ser así, la sombra de la recesión podría cernirse sobre nosotros. Pero no nos pongamos en lo peor”, ha declarado el ministro Jordi Hereu.

La propia Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (AVECAL) se ha hecho eco de la preocupación por el desplome en bolsa de compañías como Yumas, cuya pretensión de formar parte del IBEX 35 podría verse truncada.

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