Varias asociaciones de ninjas han iniciado una campaña de denuncia en redes sociales contra ofertas de trabajo publicadas por soberanos feudales. Estas agrupaciones de shinobis denuncian que muchos daimyōs pretenden contratar servicios de asesinato, espionaje, sabotaje e infiltración sin salario, con la pretensión de pagar “con visibilidad”. Esta práctica, cada vez más común, pretende aprovecharse de un mercado saturado en el que se apela al ego de los profesionales del ramo y a su necesidad de hacerse un hueco ante una oferta laboral cada vez más masificada. Los ninjas exigen una compensación económica por su trabajo porque la “visibilidad” no paga las facturas y ya sólo el mantenimiento de las estrellas shuriken y las cuerdas atadas a un garfio para escalar murallas se llevan buena parte de sus ingresos.

Ni para pagarse el book

“Es desalentador observar que, en numerosas ocasiones, se nos propone trabajar sin retribución económica, bajo la promesa de que nuestra labor será recompensada con “visibilidad”, algo que en nuestra profesión a veces viene regular”, explica Metsuda Lapolla, joven shinobi que sobrevive como camarero en una taberna de las afueras de Kyoto y que lleva años tratando de labrarse un futuro cortando cuellos de samurais con nocturnidad y alevosía. Esta práctica no solo es injusta, sino que también devalúa la profesión y contribuye a la precarización laboral del sector.

Los señores feudales argumentan que el trabajo de los ninjas será visto por una amplia audiencia, sostienen que el proyecto es una gran opción para añadir trabajos relevantes y de calidad al portafolio del profesional y prometen que, si el trabajo es satisfactorio, habrá oportunidades pagadas en el futuro.

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