Amazon ha confirmado que abrirá un punto de recogida en la Estación Espacial Internacional. Aunque se trataba de una opción que la corporación llevaba barajando desde hace tiempo, los recientes acontecimientos han precipitado la decisión, ya que ha quedado demostrado que se trata de un importante nodo de comunicaciones con un constante tráfico de inquilinos con mucho tiempo libre para gastar en cosas que probablemente no necesiten. La misión de rescate de los astronautas Butch Wilmore y Sunita Williams, programada para mañana jueves, 26 de septiembre, será la prueba piloto y los tripulantes de la SpaceX Crew-9 aprovecharán el viaje para llevar a la EEI un colchón viscoelástico, una pistola de masaje muscular, un juguete vibrador de doble cabezal, una croquetera multiusos y un dispensador de palillos de dientes con forma de pingüino.

Plan sin fisuras

La NASA ha hecho de la necesidad virtud y ha firmado un acuerdo histórico con Amazon que ayude a la agencia a compensar los perjuicios económicos y de imagen provocados por los continuos fallos de los equipamientos de Boeing. “No hay mal que por bien no venga. Tal como pinta la cosa, es probable que haya que enviar una misión de rescate para rescatar a la misión de rescate. Que tampoco es que la eficiencia de SpaceX sea como para tirar cohetes. Es un decir. Así que, como la Estación Internacional se va a ir llenando de gente, que por lo menos aprovechen el tiempo para ir gestionando pedidos”, explica Bill Nelson, administrador de la NASA mientras atiende una videollamada de Wilmore en la que le pide que añada unos calcetines gordos al lote.

La Agencia Espacial China (CNSA) ha anunciado que hará lo mismo con AliExpress en su futura estación orbital Tiangong, aunque tranquiliza diciendo que sus trajes espaciales no serán de AliExpress.

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