El Papa Francisco ha comunicado, en una declaración Urbi et Orbe desde el balcón del Palacio Apostólico del Vaticano, que Jesucristo ha pospuesto su Segunda Venida debido a las restricciones impuestas en todo el mundo por la pandemia de coronavirus y porque tampoco quiere infectarse “ya que vive a la diestra de su padre, que existe desde el origen del cosmos y, por tanto, es población de riesgo”.

En paz os dejo, en paz me voy

“Nosotros somos los primeros que nos hemos llevado un chasco”, ha explicado el Sumo Pontífice, que ya tenía todo el catering de bienvenida preparado “porque una cosa era que Jesús organizase la carta de vinos de las bodas de Caná y otra que le pusiéramos a trabajar encima que venía de visita”. Según el departamento de Logística, Intendencia y Epifanías de la Santa Sede, la aplicación de las ecuaciones de Navier-Stokes y de la conjetura de Hodge a los textos de Juan 14:1-4, Mateo 24:27 y Apocalipsis 1:7, daba como resultado que el advenimiento de Cristo tendría lugar durante el puente de diciembre, “concretamente para la Inmaculada”, pero un whatsapp de última hora ha avisado de que “la cosa se cancelaba sine die, porque al Hijo de Dios no le apetecía quedar sólo con cinco de sus discípulos, que haces un feo a los demás y luego te abrasan en Facebook, y además con todo cerrado y habiendo toque de queda no apetece ni salir”, concluía el Papa, visiblemente desilusionado.

Miembros de movimientos milenaristas y adventistas de todo el planeta han comenzado a cancelar sus suscripciones porque “esto ni es serio ni es nada”.

© elkarma.eus