El expresidente de CaixaBank José Ignacio Goirigolzarri, que presentó este miércoles al Consejo de Administración su renuncia voluntaria a la presidencia del banco, ha comenzado a merodear parques de Bilbao para tratar de captar clientes entre los niños que acuden los domingos a la Plaza Nueva para intercambiar cromos de la LaLiga EA Sports y Megacracks 2024-25. El que fuera artífice de la fusión entre Bankia y CaixaBank afirma que se aburre en casa y que no puede permitir que su know how en gestión financiera quede desaprovechado “porque al Banco Central Europeo se le haya puesto en la punta de la Tasa de Referencia”. Varios padres han mostrado su intranquilidad al detectar a un señor con gafas hablando con los niños, pero la policía asegura que no hay nada que temer mientras no le pregunten que les explique qué es la dación en pago.

Viejos hábitos

Según su entorno más cercano, Goirigolzarri llevaba días mustio y se pasaba la tarde viendo a Jorge Javier Vázquez y a Ana Rosa Quintana con la mirada muerta y sin brillo, hasta decidirse a retomar la actividad. “Por lo que cuenta, de momento ha formado una Junta de Accionistas formada por niños de entre 9 y 12 años y se reúnen en un banco del Parque de Doña Casilda para diseñar un plan estratégico de inversión con el que obtener un mejor rendimiento con las transacciones de cromos de La Liga y fortalecer el liderazgo del mercado retail”, explica una empleada del servicio.

Como primera medida, Goirigolzarri ha pedido a los niños que inicien un proceso de reestructuración profunda de la administración del álbum y se deshagan de activos improductivos. “Esas hojas arrancadas de un cuaderno con números tachados son una guarrada. Mañana quiero ver tablas de Excel. Y deshaceros de los cromos de Pokemon de una puta vez, que están en caída libre. Como mucho de la Eurocopa, y sólo si están dentro de paquetes de acciones diversificados”, se le ha oído decir a Goirigolzarri al pie de un tobogán.

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