Desde hoy pueden devolverse, sin coste, los propósitos hechos para 2025 en la pasada Noche Vieja. La medida cubre las promesas berreadas ante terceros y las realizadas ante uno mismo independientemente del grado de intoxicación química que se gozara o sufriera en el momento de verbalizarlas. Según detalla la Dirección General de Autoengaño del Ministerio de Sanidad en el Boletín Oficial del Espasmo, BOE, bastará con colocarse ante un espejo “relativamente limpio”, mirarse a los ojos y repetir tres veces “a quién quiero engañar” con expresión convincente de derrota moral. Quien no devuelva sus falsas promesas antes del 15 de enero recibirá diversas multas con recargos de arrepentimiento agravado.

Este año tampoco

Josué Vazos, es portavoz del programa Abraza Tu Frustración, ATF, en el Ministerio de Sanidad. “Por favor no confundir con la ATF norteamericana que es la Agencia para el control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos ¡Qué envidia!”, aclara Vazos. En su opinión la posibilidad de devolver propósitos, promesas “y peticiones a deidades varias”, subraya, antes de enfrentarse a la “cruda realidad de que nada va a cambiar” aliviará el estrés estructural de buena parte de la población. Especialmente el de aquellos individuos que, según Vazos, cometen el “fatal error” de pensar no ya que sus vidas mejorarán si les toca la lotería sino que, “fruto de la enajenación mental navideña”, consideran que van a poder hacer algo ellos mismos por mejorar sus patéticas existencias.

“Ya hay muchas generaciones adoctrinadas en la mierda esa en dar la mejor versión de sí mismos y eso no tiene remedio pero podemos trabajar con la desidia inducida”, explica la psicóloga Lorena Rativas. Ni Vazos ni Rativas creen que el que 2025 tenga una rima tan fácil vaya a tener influencia en el éxito del programa.

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