Mientras aumenta la probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 choque contra la Tierra, el interesado se ha comunicado telepáticamente con una chamana californiana especializada en ritos con peyote y cenizas de casas carbonizadas. En su mensaje, cuya veracidad estudian la NASA e Iker Jiménez, el bólido afirma que le “haría ilusión” caer sobre la franja de Gaza el 22 de diciembre de 2032. Explica 2024 YR4 que es de “naturaleza perezosa e incluso inercial” y agradecería “por su salud mental” impactar sobre una zona pre devastada. La Casa Blanca todavía no ha manifestado si esta cuestión alteraría los planes de Donald Trump para Gaza porque “los seguros se van a poner en un pico”.

Vaya peñazo

Según los astrónomos, 2024 YR4 es un asteroide de entre 40 y 90 metros de diámetro que nunca había dado problemas. “Como la mayoría de sus colegas permanecía estable en su cinturón de asteroides. Pero, algunos se desvían desviados y actúan como meteoritos. O sea, al decir ‘se desvían’ no quiero parecer meteorófobo. ¿Tengo que hablar con mi representante sindical?”, se preguntaba el portavoz de la NASA Kirk Nimoi durante una rueda de prensa celebrada en Cabo Cañaveral. La Organización de las Naciones Unidas ha recordado que por el momento poco se puede hacer salvo seguir la trayectoria de 2024 YR4, hacer bromas para disimular lo mal que se siente uno por todas las veces que ha dicho “que caiga ya el meteorito” y confiar en que pase de largo como indican los modelos matemáticos.

Las dimensiones de 2024 YR4 no le hacen aspirante al título de “gran extintor” pero el politólogo Gorka Rambolas advierte de que si las potencias nucleares gastan su arsenal atómico disparándolo contra él también se dispararía el riesgo de que estalle una III Guerra Mundial convencional en la Tierra.

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