El Ministerio de Sanidad recomienda guardar un periodo de espera de dos horas después de comer y antes de comenzar a ver el informativo de televisión, independientemente de la cadena que lo emita. La medida preventiva pretende evitar el shock termodiferencial que podría provocar comenzar a ver el telediario en pleno proceso de la digestión, acompañado de alteraciones del aparato respiratorio y cardiovascular. Según el Ministerio, el aumento de flujo sanguíneo al sistema digestivo y su reducción en otros órganos, como el cerebro y el sistema nervioso, dejaría al cuerpo indefenso ante la exposición a noticias ultraprocesadas. Las autoridades sanitarias aconsejan buscar asistencia médica tan pronto como se detecte baba colgando por la comisura de los labios del televidente recién comido.

Síncope, shock y ahogamiento

Sanidad ha recalcado que la hidrocución, o shock termodiferencial, por ver informativos sin haber guardado las dos horas de espera después de comer es un problema real y muy serio. “No como la milonga esa que les contamos a los críos de que esperen dos horas antes de bañarse, pero que en el fondo lo hacemos para que los padres podamos echarnos tranquilos la siesta sin tener que estar pendientes de si el chiquillo se ahoga en la piscina, le pica una medusa en la playa o lo secuestra un socorrista pedófilo”, matiza la ministra Mónica García.

La indicación ministerial, apoyada por las consejerías de salud autonómicas, podría obligar a las cadenas de televisión a retrasar la emisión de sus informativos del mediodía. “Hemos monitorizado a grupos de voluntarios mientras comían y veían el telediario al mismo tiempo, pero la tasa de atragantamientos y muertes por hipoxia sigue estando por encima de lo recomendable”, explica Javier Bardají, Consejero Delegado de Atresmedia.

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