Fuentes cercanas al Ministerio de Defensa han informado de que el Centro Nacional de Inteligencia habría puesto a Melody bajo seguimiento y vigilancia intensiva. El CNI sospecha que la representante de España en el próximo festival de Eurovisión podría ser una agente infiltrada del servicio secreto de una potencia extranjera sin identificar que la estaría utilizando como arma sónica experimental. Aunque el objetivo del arma biológica con potencial para incapacitar a personas con el poder de sus cuerdas bocales seguiría siendo incierto, la amenaza se clasifica de “grave”, si bien otros informantes que prefieren mantenerse en el anonimato la califican de “más bien aguda, tirando a insoportable”. La Inteligencia española se encontraría en estos momentos investigando si el Mossad, el Guoanbu chino o la CIA habrían manipulado mediante pucherazo los resultados del Benidorm Fest.

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Analistas del CNI creen que Melody sería una agente encubierta de reclutamiento reciente y adiestramiento incompleto. “Ha sido muy torpe. Un operativo de un servicio secreto con capacidad para destrozarle el tímpano a un enemigo y provocarle un aneurisma cerebral mediante su voz debería haber sido más discreto en la gala de los Goya”, especula Eustaquio Trompa, agente prejubilado que se pasa por la oficina de Padre Huidobro de vez en cuando a hacer sudokus.

Expertos consultados consideran muy poco profesional que Melody hiciera un despliegue de baja potencia del arma sónica en la alfombra roja del evento cinematográfico. Consideran que habría revelado su tapadera y no descartan que se haya deshecho de los cadáveres de algunos actores y actrices “de esos que se llevan de relleno para hacer bulto y a los que nadie echa en falta, aunque eso nunca lo sabríamos”.

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