Shou Zi Chew, actual CEO de TikTok, ha advertido a través de un comunicado corporativo de que a las redes sociales se viene llorado de casa y que la plataforma de servicio de alojamiento de videos no es una consulta del psicólogo. El director ejecutivo ha agradecido a los usuarios que depositen su confianza en TikTok pero que esas publicaciones en las que aparecen quejándose de su “vida de mierda” no vienen a cuento, se cargan el buen rollo de la red y que “problemas tenemos todos”. Zi Chew añade que compartir los traumas de pareja, laborales, familiares, políticos, sociales, relacionales o cualquier otro tipo de angustia existencial sólo sirve para que el posteador se ponga en ridículo ante el mundo entero, “cosa que en principio puede dar mucha risa, pero que a larga provoca una vergüenza ajena que resulta incómoda”.

Los gatitos no juzgan

El departamento de moderación de contenido de la red social china ya ha recibido una circular interna para añadir a los contenidos censurables, como desnudos, mensajes de odio o cualquier otra publicación que pudiera poner en entredicho la armonía reinante del statu quo, las “exhibiciones de pornografía emocional” que contribuirían a perturbar la paz mental del internauta que acude a TikTok en busca de solaz. “No es de recibo que estemos scroleando durante horas en una nube de felicidad viendo gatitos hacer cosas y que de repente nos aparezca un caballero o una señorita contándonos que su pareja es tóxica o que su mejor amiga es una rata sarnosa por esto o por aquello. A llorar a la llorería”, explica Lu Lu Wi Xe Mua, coordinadora del servicio de verificación.

La dirección de TikTok ha querido matizar que la norma se aplica exclusivamente a usuarios con pocos seguidores y un prorrateo bajo de likes.

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