El Congreso de los Diputados debatirá el próximo mes de junio el real decreto-ley que reforma el artículo 35 de la Ley de Extranjería. El objetivo del Pleno parlamentario será establecer la obligatoriedad del reparto de menores turistas acompañados entre las comunidades autónomas. Se pretende así aprobar medidas de urgencia que regulen la saturación de niños extranjeros que pasan las vacaciones con sus padres en zonas turísticas. El Gobierno reconoce que la sobrecarga de infantes locales y menores turistas “tocando los cojones” al unísono en locales hosteleros se habría vuelto “insostenible”. La modificación legislativa está prevista para entrar en vigor en verano. “Así que en Semana Santa toca seguir aguantando a niños extranjeros hinchapelotas”, comentan desde Junts.

Socialización del sufrimiento

La iniciativa cuenta con el apoyo de todos los partidos excepto Vox, aunque existen discrepancias en el número de turistas menores asignados a cada comunidad. Los presidentes autonómicos del litoral mediterráneo han mostrado su total acuerdo con el reparto, mientras que los de la cornisa cantábrica consideran que existe agravio comparativo. “Hostia, es que si vives en Valencia y tienes a los putos críos de los turistas dando el coñazo en un chiringuito te vas a otra esquina de la playa y en paz. Pero te pilla la chavalada extranjera en un bar de Donosti mientras en la calle llueve a mares y te tienes que comer a la jauría bajo techo sin poder moverte. Y claro, el infanticidio está mal visto”, comenta un diputado de Bildu que prefiere mantenerse en el anonimato.

Santiago Abascal considera la reforma de la ley “racista, xenófoba y antidemocrática” por intentar estigmatizar a los menores turistas “con lo majos que son, sobre todo los de EE.UU., con su gorritas y su billetes de 200 euros…”.

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