Donald Trump postulará a Elon Musk como sucesor del fallecido Papa Francisco en el trono de Pedro. Así lo ha hecho saber a través del embajador de EE.UU. en la Santa Sede, Brian Burch. Trump busca de esta manera recolocar laboralmente a Musk antes de que finalice su contrato de relevo como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental a finales del mes próximo. El magnate sudafricano figurará como candidato único para el Cónclave que se celebraría entre el 6 y el 11 de mayo. El presidente estadounidense ha aprovechado para felicitar al vicepresidente J.D. Vance por un trabajo “rápido y limpio”, sin que nadie en el Servicio Secreto haya aclarado aún a qué se refiere.

Extra omnes

A pesar de que el reglamento del Vaticano especifica que ningún laico puede presentarse a Papa ni participar en las votaciones, Trump ha declarado que “derecho consagrado el que tengo aquí colgado”. De este modo quedaría abolida mediante orden ejecutiva la constitución apostólica Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II para la elección del Sumo Pontífice. Musk ha dicho que vale, que por él bien, siempre y cuando en la Casa Santa Marta, el recinto en el que se aíslan los cardenales electores, tengan buena señal de wi-fi y pueda seguir jugando on line al Path of Exile 2 “que luego pierdo progreso y me sacan cantares los hijos de puta”. Donald ha pedido que el CEO de Tesla salga elegido Papa “rapidito” no vaya a ser que “además de cardenales tenga que haber moratones, laceraciones y heridas de arma blanca como para una boda de los Borgia”.

Elon Reeve Musk ha anunciado que, una vez completado el trámite de la fumata blanca, comenzará su labor pontificia bajo el nombre de Papa Z Ω V-88, “ya saben, mis mierdas”, y que lo mismo vuelve a hacer lo del brazo durante su primera bendición Urbi et Orbi.

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