El simposio internacional de economistas celebrado en Davos de Pisuerga, concluye que “esto de la pandemia mundial” podría acabar afectando algo a la economía, aunque “todavía es pronto para aventurar nada” y que “tampoco hay que ponerse en lo peor”.

Ya se verá

El foro económico, en el que han participado expertos de la talla de Joseph E. Stiglitz, Paul Krugman o un cuñado de Joseba de Carglass, ha analizado las consecuencias de los Confinamientos en todo el globo, la pérdida de empleos y la caída generalizada del PIB mundial para afirmar que “bien, lo que se dice bien, no pinta la cosa” pero que no hay que precipitarse. “Los pronósticos siempre se ven mejor a posteriori, con tiempo”, declara Guglielmo Nettaristta, catedrático en Prevención Logarítmica Inversa. “Pues lo mismo va todo bien que va mal, ni que fuéramos Nostradamus…”, manifiesta Krugman. “Es cierto”, añade, “que hemos tratado de contactar con Keynes a través de la ouija, pero sólo una vez y nos daba comunicando”.

El colectivo de ponentes anuncia que publicará un informe detallado sobre las consecuencias inmediatas de la pandemia en la economía “hacia finales de 2022, principios de 2023” porque hacerlo antes “sería una irresponsabilidad”. Mientras tanto serenan a la ciudadanía y sostienen que “lo importante es que haya salud”.

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