Txarriboda News 215 (17-03-2021)
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La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado durante una rueda de prensa sobre el seguimiento de la pandemia por COVID-19, que el fin de la relación entre Iker Casillas y Sara Carbonero es un nuevo efecto secundario provocado por la vacuna de AstraZeneca. La comunidad científica se encuentra consternada y ratifica la decisión de suspender la aplicación del fármaco en España. A la espera de vivisección “¿Trombos? ¿Qué trombos? Trompos. Los trompos que da la vida. Un día ves cómo el portero de La Roja y la novia de España, con permiso de Leticia Sabater, se besan en directo y al siguiente se dicen cosas feísimas por redes sociales. No sabemos en qué momento se pusieron la vacuna de AstraZeneca, pero ha sido sin duda la causa de la ruptura. ¡Yo os maldigo, científicos de Oxford! ¿Por qué tuvisteis que jugar a ser Dios?…”, clama Amadís Gustazo, analista en el Centro Nacional de Biotecnología y coordinador de intervenciones de personal del Ministerio en Sálvame. Ni el futbolista ni la periodista se han manifestado al respecto, “primero porque lo de ir por la calle sujetando una pancarta le parece a mí clienta de lo más chabacano, y segundo porque a ese caballero, y cito textualmente, no lo queremos cerca ni dentro una pecera de gel hidroalcohólico y una manifestación de una sola persona es ridícula”, explica el abogado de Carbonero. Este efecto adverso del medicamento se suma a una larga lista de contraindicaciones que comenzaron a surgir el mismo día en que la Unión Europea y la farmacéutica empezaron a discutir sobre si en el contrato de venta y distribución la grapa debía ir a la izquierda, a la derecha o bastaba con un clip. © elkarma.eus |
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