La vacuna de AstraZeneca ha dirigido una larga misiva a los líderes de varios países de la Unión Europea en la que expresa “lo dolida, confusa y despechada” que se encuentra después de haber sido retirada temporalmente de las campañas de vacunación “bajo acusaciones que han horadado mi alma y han roto las ilusiones que tenía puestas en esta relación, en la que parece que yo doy más de lo que recibo, y es que sé que cuando el amor es así, desmedido, nos volvemos vulnerables ante las ingratitudes del otro”.

No soy yo, eres tú

La carta, que ha tenido que ser descifrada por varios equipos de criptógrafos al estar escrita con letra de médico, recuerda “esos primeros encuentros, tan íntimos, tan furtivos, tan llenos de esperanza en el futuro de lo nuestro, cuando sólo era un proyecto farmacológico en los laboratorios de Oxford, pero no teníamos miedo de volar juntos” y cómo “todo eso se ha desvanecido por la desconfianza y el recelo, algo se nos ha roto, no sé si porque hay alguien más o por miedo al compromiso”. El texto, que no oculta unos profundos celos “por esa Pfizer, esa Moderna, esa Sputnik V, que no te quieren como te he querido yo”, expresa lo difícil que es el reencuentro “porque un informe de la Agencia Europea de Medicamentos pidiéndome que vuelva, y una disculpa, no arreglan todo este daño que me has hecho”, aunque no cierra del todo la puerta a la reconciliación “por lo que hemos vivido juntos y lo que el mañana pudiera depararnos si finalmente las heridas terminan cerrándose”.

Varios cargamentos de rosas rojas provenientes de Dinamarca, Islandia, Noruega, Bulgaria, Irlanda, Países Bajos, Alemania, Francia, Italia y España ya han partido hacia el Reino Unido acompañadas de una tarjeta con el escueto texto “Espero que no sea tarde para reconquistarte”.

© elkarma.eus