Txarriboda News 271 (27-05-2021)
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El colectivo de crápulas, calaveras y personas de vida licenciosa en general ha solicitado al Gobierno, al Ministerio de Sanidad y a las administraciones competentes de cada comunidad autónoma que se adelante su turno de vacunación para poder continuar con la misma vida que han seguido llevando, pero sin poner en peligro su salud ni la de los demás “más allá de lo que ha venido siendo habitual y asumible, al menos por nuestra parte”. Sector de riesgo “Que al personal sanitario, a las fuerzas del orden o a las personas que trabajan de cara al público se las esté vacunando por su grado de exposición al coronavirus y a nosotros no, es un ejercicio de irresponsabilidad política que tiene muy poco en cuenta la salud y el bienestar de la ciudadanía, y delega responsabilidades apelando al sentido común de individuos que nunca hemos tenido ninguna obligación de tenerlo”, explica indignado Gorka Nallita, portavoz de la plataforma Carpe Diem de Cuarentones que Viven A Tope y editor de la guía Medellín de baños públicos de la zona de Levante. Agrupaciones de alcohólicos severos de fin de semana, practicantes de sexo casual sin protección o sumilleres de drogas sintéticas para raves ilegales se han sumado a la iniciativa para reclamar su vacunación inmediata contra el covid “independientemente de franjas de edad, porque no todo el mundo tiene las mismas necesidades y nosotros no podemos dejar de cubrir las nuestras”. También han pedido a las autoridades que tomen la decisión cuanto antes y de manera irrevocable porque “el que enseña la jeringuilla y no la usa es un parguela”. Las asociaciones de disolutos, licenciosos y vividores han preferido no extender sus reclamaciones a la ampliación de la hora de cierre de los locales hosteleros alegando que “somos más de encuentro íntimo cuando se baja la persiana del garito con nosotros dentro y el caño de cerveza al ralentí”. © elkarma.eus |
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