Los superpoderes fiscales adquiridos por Juan Carlos de Borbón tras la picadura de una diligencia de investigación radiactiva han llevado al emérito a reconducir su vida y convertirse en superhéroe. El exmonarca ha jurado que dedicará sus días a asesorar a grandes fortunas en materia de gestión creativa de capitales desde su guarida secreta en las catacumbas del Burj Mohammed Bin Rashid de Abu Dhabi.

El mejor en su trabajo

La decisión del emérito ha llegado tras un largo proceso de introspección. “Después de que la Fiscalía del Tribunal Supremo archivara las tres investigaciones abiertas sobre sus fondos en el extranjero comenzó a sentirse extraño. Consciente de su invulnerabilidad empezó a hacer balconing desde el St. Regis Luxury Hotel, pero eso no le llenaba. Así que juró consagrar su existencia a ayudar a la humanidad. Por lo menos a la humanidad con cuentas opacas en paraísos fiscales. Ya se sabe que un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, explica Agustín Putable, ayudante personal del Borbón y palanganero a tiempo parcial.

La Liga de la Justicia ha contactado con el rey emérito para que se una a sus filas pero aún no se ha confirmado ninguna respuesta. “Hay algo en el nombre que a Juan Carlos no le termina de convencer. Prefiere montar un supergrupo por su cuenta. Lo más probable es que llamemos a Nick Furia para hablarle de la Iniciativa Pandora y que se encargue de reclutar a Shakira, Tony Blair, Elton John, Claudia Schiffer o Javier Mascherano”, informa Putable, quien no oculta su curiosidad por ver a Mario Vargas Llosa vestido de Robin.

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