La Policía Nacional ha intervenido varias toneladas de borrascas que trataban de ser introducidas en la península ibérica a través de Galicia para luego ser distribuidas por España y Francia. El cargamento nuboso, que pretendía entrar desde la costa procedente de la masa de aire Tropical Marítimo, era de gran pureza y podría quintuplicar su valor en el mercado una vez cortado con vientos del norte en forma de ciclogénesis explosivas.

La lacra de nuestros días

La investigación comenzó el pasado mes de noviembre cuando, gracias a la cooperación con las autoridades de las Azores, se tuvo conocimiento de la existencia de un importante cargamento de ábregos o ‘vientos llovedores’ de componente Oeste / Sur Oeste. “Es imposible intervenir todo lo que entra a través de Galicia, pero hemos tenido mucha suerte. Estamos hablando de una gran masa de aire que viene del Trópico de Cáncer con una humedad que podría alcanzar los 15 o 20 g/Kg en el mercado negro y unas temperaturas a 850 hPA que pueden oscilar entre los 10/20ºC cuando se distribuyen a través de las redes de menudeo”, explica Mentxu Zosdepunta, portavoz de la Brigada Central Meteorológica. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado sospechan que un nuevo cargamento podría estar camino de las costas gallegas y no descartan que se trate de un ciclón bomba en el Atlántico, cuya distribución se ramificaría por toda Europa.

Los presentadores del tiempo Roberto Brasero, Himar González, Laura Madrueño y Martín Barreiro, sospechosos de colaboración necesaria con el frente nuboso, se encuentran bajo vigilancia policial y están siendo investigados por la División Anticiclón de la Policía Nacional.

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