Txarriboda News 453 (09-01-2022)
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E.M., vecino de Basauri, ha sido denunciado por fingir un positivo en covid, guardar cuarentena en su habitación y utilizar a sus compañeros de piso de servicio doméstico para que le preparasen la comida, realizasen las tareas domésticas y le hiciesen los recados. El acusado de fingir el contagio alega en su defensa que “lo de tocarme los huevos y que me lo dieran todo hecho me hacía ilusión”. Cuarentena perpetua revisable El denunciado habría marcado con un rotulador Carioca granate la línea junto a la ‘T’ del test de antígenos que había adquirido en la farmacia. “Yo había comprado el test muy esperanzado. Las participaciones del segundo premio de la lotería de Navidad ni las olí, así que pensé que esta vez me tocaría algo. Pero el cosmos ni ha conspirado conmigo ni hostias. Negativo. Había que hacer algo”, confiesa E.M. mientras mira con nostalgia la campanilla que ha venido tocando cada vez que tenía un antojo. “Ha sido un infierno. Al principio sólo pedía que le pasásemos tranchetes por debajo de la puerta de su cuarto, pero pronto se vino arriba. Si no accedías a prepararle una pierna de cordero con patatas panadera a las 3 de la mañana se ponía a toser y a llamar a su madre con un hilillo de voz. Desgarrador. Veinte días nos ha tenido así. La peor parte se la llevó el otro chaval, que tuvo que hacer los turnos del baño durante la época de la diarrea…”, comenta uno de los cohabitantes afectados. El falso positivo ha mostrado arrepentimiento por su acción y asegura que lo siente, que se ha equivocado y que no volverá a suceder. “La he cagado. La próxima vez buscaré un rotulador que tenga un tono más parecido al original del test”, sentencia E.M. © elkarma.eus |
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