El volcán de La Palma ha denunciado ante la Inspección de Trabajo que su actividad cesó repentinamente el día 13 de diciembre de 2021 a pesar de que su contrato de trabajo de tres meses terminaba el día 19 del mismo mes. Cumbre Vieja, que también ha depositado su queja en el buzón de lucha contra el fraude laboral de la web del Ministerio de Empleo, asegura temer por su futuro profesional ante la externalización de servicios a volcanes de Tonga.

Apagado o fuera de cobertura

El volcán canario asegura que el contrato no era a fin de obra y que se le avisó de que tenía que dejar de trabajar de un día para otro. “Tonga no, tongo. Un tocomocho de narices es esto. Primero me dicen que mi contrato temporal termina casi una semana antes de lo acordado. Y cuál es mi sorpresa cuando ¡oh casualidad! el 21 de diciembre… que me acuerdo porque era la víspera de la lotería, que tampoco me tocó una mierda… actividad volcánica en el Pacífico Sur y el 14 de enero erupción y tsunami del Hunga Haʻapai. Tócate el magma. Se me ha quedado una cara de gilipollas…”, se queja el volcán de La Palma, al tiempo que se disculpa por insistir tanto en las fechas “pero es que justo tengo delante, colgado en la cocina, el calendario de la Caja Rural de Canarias y no me cuesta nada mirar los días”. Cumbre Vieja no quiere que se le tache de racista o xenófobo pero considera que “se están llevando el trabajo fuera porque los salarios les salen mucho más baratos, y como las estructuras geológicas de aquí no defendamos lo nuestro se van a seguir meando en nuestros derechos laborales”.

Los habitantes del sur de La Palma apoyan al volcán y se preguntan porque ellos no tuvieron tsunami.

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