La unidad de Blade Runners de los diferentes cuerpos de policía del estado han justificado el “retiro” de replicantes “porque son unos pesados, no hacen más que protestar y siempre se tienen que quedar con la última palabra”. El Ministerio de Interior y las consejerías autonómicas autorizarán la venta en farmacias de test Voight-Kampff para diferenciar a los androides sintientes de los cuñados ordinarios.

El caso es porfiar

La molesta costumbre de los “individuos sintéticos” de replicar todo el tiempo cuando se les habla podrá ser erradicada gracias al despliegue de los Blade Runners, que no dudarán en disparar por la espalda “por muy mono que sea el chubasquero transparente que llevan mientras huyen por callejones oscuros bajo la lluvia”. “Coincides con un replicante, le dices que por favor se ponga la mascarilla y ya te empieza con que si se trata de una medida disuasoria, que si no tiene base científica, que si la tercera vacuna es una maniobra de las farmacéuticas…”, declara un camarero que afirma que ha visto cosas que no creerías. A pesar de la corta vida de los Nexus-6, “especialmente insufribles si sacas el tema de Eurovisión”, según afirma un mando de la Ertzaintza, las autoridades han dado luz verde al plan de retiro de replicantes, sin derecho a pensión.

Vecinos confían en que se implante cuanto antes para poder erradicar a inquilinos que siempre interrumpen al presidente de la comunidad cuando explica la derrama del ascensor. “Si le oigo una vez más al raider de Glovo del 4º C lo de que es toda una experiencia vivir con miedo porque eso es lo que significa ser esclavo juro que lo tiro yo mismo de la azotea”, comenta un administrador de fincas.

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