Txarriboda News 522 (19-03-2022)
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Alicia Koplovitz ha llegado a un acuerdo con el patronato del museo Guggenheim de Bilbao y con la Diputación Foral de Bizkaia para poder exhibir su colección privada de calabacines. La decisión de la aristócrata y empresaria española pretende acercar a la ciudadanía piezas de incalculable valor a las que difícilmente podrían tener acceso de otra manera. Arte y lujo Las medidas de seguridad del museo serán excepcionales, según ha expresado su dirección, dado el elevado valor de los calabacines que podrán ser contemplados en una sala aparte del museo dotada de videovigilancia infrarroja, detectores de movimiento y sensores láser. “El proceso de traslado, supervisión y montaje de la colección será ‘clavo a clavo’. Puede que incluso tengamos que tirar algún Rothko para hacer espacio en la sala, pero es que una exposición de calabacines no es algo que se vea todos los días. ¡Calabacines, por el amor de Dios!”, ha comentado Jokin Kallero, comisario interino de la exposición, quien ha comentado las dificultades que han encontrado para asegurar las obras debido a su altísima cotización. La financiera afirma sentirse muy satisfecha de su colección y no lamenta haber tenido que hipotecar la sede de Omega Capital para poderse permitir el dispendio en adquirir las piezas en subastas y galerías especializadas en productos de huerta. La Fundación Guggenheim anunciará en breve la fecha de la inauguración de la exposición a la que asistirán personalidades del mundo de la cultura, la economía, la política y el arte. El ágape será regado con los mejores aceites de girasol de la bodega personal de Alicia Koplowitz. © elkarma.eus |
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