Un grupo de amigos radicado en Bilbao ha comunicado a través de los canales oficiales de que la plaza de ‘Gilipollas de la cuadrilla’ ha quedado vacante después de que Urko se haya ido a vivir a Burgos por motivos laborales. Aunque por el momento Idoia se ha comprometido a ocupar el puesto de manera interina, sus responsabilidades como ‘La que lleva el bote’ le imposibilitan asumir el puesto de manera permanente, por lo que confía en que pronto se convoque la oposición.

Vacío institucional

“Estamos ante un problema serio. No se trata simplemente de que un puesto haya quedado vacante. Toda la estructura puede venirse abajo. Sin ‘Gilipollas’ que haga un comentario impertinente cuando entramos a un bar Edorta no puede hacer su comentario de ‘Graciosillo de la cuadrilla’, Nekane sería incapaz de darle su replica en calidad de ‘Borde del grupo’, a Lierni le resultaría imposible ejercer de ‘Buenrollista que llama a la calma preguntando que quién va a la barra a pedir’ y el ‘Gorrón oficial’ de Garikoitz no aprovecharía para pedir que le inviten porque se ha dejado la cartera y no tiene Bizum. El efecto dominó puede ser catastrófico”, declara Asier, quien ejerce de ‘Listo que se cree que habla en nombre de todos cuando alguien le pregunta’.

La cuadrilla, cuya ordenación interna lleva inalterada desde la última reestructuración en 2007, cuando Ion Andoni salió del armario y presentó su dimisión como ‘El que liga todos los fines de semana con una distinta aunque luego al final nada de nada’, podría verse profundamente alterada y ser sometida a una auditoría si no se alcanza un acuerdo que ponga fin a la actual crisis organizativa.

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