Txarriboda News 629 (03-08-2022)
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Las quemas públicas en la hoguera de brujas y herejes serán aplazadas sine die debido a la actual crisis energética provocada por la amenaza de corte del gas ruso, la subida del precio del combustible y la escasez de leña a causa de los incendios forestales. El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Su Eminencia Luís Francisco Ladaria, máximo responsable de la Santa Inquisición, confía en que se trate de una medida temporal y que pronto se pueda volver a castigar “como se merecen” a quienes atentan contra Dios. Pobreza y obediencia El alto coste de las reservas de combustible ha obligado a los Tribunales del Santo Oficio a no celebrar más Autos de Fe ante la imposibilidad de consumar la pena capital. “Si el pecador que ha soliviantado al Señor no puede sentir cómo su piel y sus entrañas se consumen por lenguas de fuego, como más tarde lo hará su alma en las profundidades de Infierno por toda la eternidad, no tiene sentido que se sigan celebrando juicios que, a lo sumo, se saldarán con un fusilamiento o una decapitación. Si no puede haber tormento tendrá que haber aplazamiento”, explica el arzobispo Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal. Del mismo modo, los interrogadores del Santo Oficio tampoco programarán torturas debido al elevado precio del kilovatio-hora. “Ahora el potro, la garrucha o el aplasta pulgares funcionan con electricidad. Sale prohibitivo. Después de todo la Iglesia es una institución semipública y debe dar ejemplo de ahorro ante la ciudadanía”, concluye Ladaria. La Inquisición ha pedido a los fieles la misma paciencia que tuvieron los valencianos cuando se suspendieron las Fallas durante la pandemia. © elkarma.eus |
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