Txarriboda News 696 (24-10-2022)
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Agrupaciones y organizaciones sindicales de personal de limpieza de museos han comenzado a rescindir sus apoyos al colectivo británico de activistas climáticos Just Stop Oil después de que dos de sus militantes arrojaran el pasado 14 de octubre sopa de tomate sobre Los Girasoles de Van Gogh en la National Gallery de Londres. Limpiadoras de pinacotecas califican la acción de “poco valiente” al haber elegido una obra cubierta por un cristal “que tuvimos que limpiar nosotras” en lugar de haber arrojado el pringue sobre un cuadro sin protección “que habrían limpiado restauradores que cobran bastante más”. Pagan los de siempre El malestar entre el personal de limpieza por las acciones de Just Stop Oil se ha extendido a otros gremios, como el de los operarios responsables de aplicar aguarrás y disolvente a los marcos de las pinturas a las que se adhieren con pegamento estos ecologistas para denunciar los proyectos petroleros y gasísticos. “A mí todo eso de protestar para salvar a las focas monje me parece muy requetebién, pero ustedes me dirán por qué tengo que estar yo lijando con acetona desde hace dos horas la mierda de pegamento que han dejado los hippies estos en el marco de La carreta de heno de John Constable. Pues igual como que me cago un poco en sus muertos”, expresa Margaret Tasser mientras frota con un estropajo de aluminio varios cuajarones de Super Blue-3. Economistas y analistas financieros estiman que, de seguir al alza el precio de la cesta de la compra, en pocos meses les saldrá más barato a los miembros de Just Stop Oil comprar Los Girasoles de Van Gogh y arrojar el cuadro sobre el estante de las sopas de tomate del supermercado que lo contrario. © elkarma.eus |
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