Según documentos internos de Meta recopilados por The Wall Street Journal, Mark Zuckerber se ha visto obligado a retomar la relación que mantenía con su amigo imaginario ante la escasa afluencia de usuarios a Horizon Worlds, el universo artificial diseñado para las gafas de realidad virtual Meta Quest. El metaverso proyectado por el fundador de Facebook no está alcanzando las cotas de popularidad esperadas y cuenta con menos población que Second Life o el grupo de defensores de Ortega Cano en Forocoches.

Friendship never ends

Zuckerberg había roto relaciones con su amigo invisible coincidiendo con la reconversión de Facebook y el plan de crear un metaverso totalmente ajeno a las vicisitudes del mundo real. “Siempre he tenido ciertas dificultades para hacer amistades. Además, una vez hechas exigen mucho mantenimiento y no compensa. Y si esto me pasa a mí doy por hecho que le pasa a todo el mundo, porque yo soy una persona totalmente normal. Como tú, como tú, o como el señor ese de la cara pálida que salía en Star Trek: The Next Generation… Por eso creé el metaverso. Para tener… para que tengamos amigos sin responsabilidad afectiva”, explica el presidente de Meta a un grupo de alumnos de primaria que han acudido a visitar Menlo Park.

Zuckerberg cree que volver con su amigo invisible le ayudará a sobrellevar el aparente fracaso de su universo virtual, que continúa sin comprender. “Si la gente no está en mi metaverso, ¿dónde demonios está? ¿Qué narices hace uno cuando deja de trabajar si no es sumergirse en mi entorno virtual? ¿Cuál es el problema? ¿Los colores? Son los putos colores, ¿no? No son lo suficientemente pastel, ¿verdad? Lo sabía. Rodarán cabezas”, se lamenta Zuckerberg.

© elkarma.eus