El director ejecutivo del taller de regalos de Santa Claus, Jeff Elon Claus, ha comunicado por carta a sus empleados que los despidos en la empresa, donde trabajan en torno a millón y medio de elfos y es una de las mayores empleadoras del norte de Laponia, continuarán hasta el próximo año. La semana pasada, la compañía empezó a informar a trabajadores de diversas divisiones de que iban a ser despedidos y, según el Helsingin Sanomat, el plan de Papá Noel es echar a unos 10.000 trabajadores.

Planes de recorte

Las tres grandes centrales sindicales, SAK, STTK y Akava, han instado al gobierno finlandés y al cabildo lapón a que tomen cartas en el asunto y medien para acabar con la destrucción masiva de empleo en la zona. La dirección de la empresa he emitido un escueto comunicado en el que explica que las circunstancias excepcionales marcadas por la guerra de Ucrania, la alta inflación, la inestabilidad de los mercados o la política comercial china obligan a reducir costes, especialmente en el área de producción, adquirir los regalos de Navidad en Amazon y subcontratar la distribución a Glovo, Gemir, Jiffy, Gopuff y Uber entre otras compañías de delivery. Numerosos piquetes de elfos se concentran en la puerta del taller con pancartas para protestar por los despidos y se han registrado enfrentamientos con la policía después de que ayer se lanzasen varios bastones de caramelo molotov contra la ventana del despacho de la señora Claus. Afortunadamente, no ha habido que lamentar daños personales de gravedad.

Santa ha aprovechado para pedir a los niños a través de su cuenta de Twitter que pidan cosas materiales y no intangibles como la paz en el mundo, que ya no se incluirá en el catálogo.

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