Txarriboda News 765 (18-01-2023)
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Vox ha rectificado y se ha desvinculado de su propuesta de que las mujeres que deciden abortar deban escuchar el latido fetal y someterse a una ecografía 4D porque “hemos hecho la prueba y hostias, los putos críos salen horrorosos en esa ecografías, con esa cabeza deforme, y esas manitas inquietantes que parece que te van a arrancar el alma, y esos párpados abultados de pesadilla lovecraftiana, que dan ganas de extraerlo de cuajo del vientre de la madre…”, asegura Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León. Se impone el sentido común El partido de extrema derecha, que había amenazado con romper el Gobierno de coalición en la comunidad si el PP no cumplía el acuerdo de aprobar un nuevo protocolo de atención a las mujeres que deciden interrumpir el embarazo, ha recapacitado y se encuentra revisando la propuesta. “Nos las prometíamos muy felices porque el protocolo estaba calcado del que había impuesto Viktor Orbán en Hungría, y lo que dice Orbán va a misa. Pero ahora creemos que no le han dado una vuelta. Efectivamente, los niños que salen en las ecografías 4D son aberraciones de la naturaleza y dan más asco que ternura, un horror, no me extraña que a las personas muy feas se las llame fetos, hostia puta, que cosa más desagradable… Nada, nada, se tacha lo de las ecografías”, apunta Ignacio Garriga, secretario general de Vox. El partido de Abascal teme que lo de oír el latido tenga también sus contrapartidas. “Imaginemos que escuchamos el corazoncito del engendro y comenzamos a oír el Y.M.C.A. de los Village People, o a la Samantha Hudson. Vamos, que nos sale el muchacho LGTBI de esos. ¿Cómo vas a tenerlo entonces? Esto hay que repensarlo”, insiste García-Gallardo. © elkarma.eus |
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