El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha garantizado a los flamencos de Doñana que si la proposición de ley presentada por PP y Vox para ampliar los regadíos en el parque natural pudiese ocasionar en el medio largo plazo que la reserva de la biosfera se secase, y hubiese que recalificar los terrenos para poder construir, “Dios no lo quiera, pero tampoco nos durmamos en los laureles”, clubes de golf, “tendrían puestos de trabajo garantizados”, por lo que no deberían preocuparse ante una eventual catástrofe ecológica. El único requisito que deberían cumplir los flamencos es tener capacidad para quedarse muy quietos y tiesos, y poder así ser utilizados como palos de golf.

El futuro del flamingolf

La iniciativa de la Junta pretende que los 70.000 flamencos censados en las marismas que “hipotéticamente” perdiesen la biosfera en la que habitan pudieran reincorporarse a la vida civil en un nuevo entorno sin acabar frecuentando ambientes marginales ni cayendo en la delincuencia. “Sabemos que son muchas las familias aviares que podrían, e insisto en lo de podrían, quedarse sin humedales en cuanto se conceda el derecho de riego a nuevas hectáreas a través del agua superficial, de tal forma que el parque nacional se seque lo suficiente como para ser inviable para la actual fauna autóctona pero no tanto como para que no se puedan construir campos de golf, y así al menos de perdidos al río. Las ayudaríamos a reinventarse”, explica Borja Moncito, asesor legal de Real Club de Golf Sotogrande y San Roque ‘Old Course’.

Los flamencos podrán cumplimentar las eventuales solicitudes de empleo y someterse a pruebas físicas para determinar si su pico y su cuello podrían equivaler a hierro o a madera.

© elkarma.eus