La decepción ha sido el sentimiento unánime de todos los participantes de la caza del último huevo de Pascua, que venía alargándose desde el pasado domingo 9 de abril y que estaba prevista que terminase ayer lunes. La tradicional búsqueda con la que concluyen los fastos de la ya finiquitada Semana Santa, que desde hace años disputan diferentes ministerios del Gobierno, ha terminado en tablas al no haberse encontrado el último huevo que faltaba dentro de la tumba de José Antonio Primo de Rivera como se sospechaba.

Fin de fiesta sin ganadores

Las tareas de exhumación de los restos del fundador de Falange organizadas por Patrimonio Nacional no le han servido al Ministerio de Presidencia del Gobierno para hallar el preciado trofeo, que hubiese permitido apear del palmarés al Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030, vencedor de las tres última competiciones. “Estábamos convencidos de que el huevo iba a estar en la tumba de José Antonio. Por eso hemos removido Roma con Santiago para poder llevar a cabo la exhumación quince días después del domingo de Pascua, pero el puto huevo no estaba allí. Quién haya organizado este año la yincana se lo ha currado…”, argumentaba el ministro Félix Bolaños, que lamenta que la búsqueda no pueda prorrogarse durante más tiempo “porque habrá que ir pensando en trabajar un poquito también”.

No es la primera vez que la desilusión y el desasosiego se apoderan del entorno de la basílica del Valle de los Caídos. Tampoco el 24 de octubre de 2019 se encontró el tesoro de Willy el Tuerto dentro del ataúd en el que reposaban los restos mortales de Francisco Franco, por lo que resultó imposible salvar a los muelles de Goon de los especuladores inmobiliarios.

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