Según testigos presenciales, un grupo de adolescentes del municipio guadalajareño de Pozo de Almogueras, que se encuentra celebrando las fiestas patronales de San Martín, empezó anoche a increpar y burlarse del robot ASIMO al grito de “boomer” y “abuelo” cuando este comenzó a hacer el baile del humano en plena actuación de la orquesta Montecristo en la plaza del pueblo. El robot, jubilado de Honda, que se encuentra de vacaciones en La Mancha, no ha salido del Airbnb en el que se aloja, muerto de la vergüenza “y un poco también de la resaca, que la uva Bobal parece que no pero es cabezona la jodía”, comentan desde la comisión de festejos.

Poquita educación

ASIMO, amante de la música en directo “porque ves que la hacen personas” denosta estilos más tradicionales como el house, el EDM, el techno, el drum and bass o el trance, y le gusta bailar Paquito el chocolatero, que siempre remata con el inconfundible baile del humano. “Nunca me había sentido tan ofendido. Ni siquiera cuando me caí por las escaleras delante de un auditorio lleno de gente. Si aquello me ha costado diecisiete años superarlo, creo que esto ha terminado de hundirme. Que soy viejo, dicen esos hijosdeputa de la Generación Z. Viejos serán sus putos padres, que les han educado como a salvajes. Malnacidos de mierda…”, exclama ASIMO por el telefonillo del portero automático mientras su módulo de voz va censurando con un pitido las palabras que no se pueden decir en horario infantil.

Honda ha mandado un burofax al ayuntamiento de Almogueras para reprobar el comportamiento de sus vecinos durante la verbena, aunque ha sugerido a su antiguo empleado que deje de una vez de cantar a Nino Bravo en el karaoke porque “lo admitas o no, vanguardia no es”.

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