La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) contratará a partir de este verano a un equipo de animación que apostará en rincones estratégicos a lo largo de los 27 kilómetros del circuito circular del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) para que animen, alienten y vitoreen a las partículas del acelerador que vayan rezagadas. El CERN considera que lo importante no es tanto completar el circuito el primero ni colisionar más fuerte con otras partículas sino que tanto los protones como los hadrones se esfuercen, sean la mejor versión de sí mismos y compartan un espíritu de camaradería, colaboración y compañerismo.

Cada uno hasta donde llega

La subdirectora del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) y presidenta del consejo del CERN, Ursula Bassler, cree que es importante que las partículas subatómicas den lo mejor sí mismas pero sin frustrarse “porque todos y todas llevamos un o una campeón o campeona dentro sin que nos lo tenga que decir un podium”. Los profesionales contratados por la organización para animar a las partículas rezagadas durante las colisiones se colocarán junto a los siete detectores alrededor de los cuatro puntos de cruce, con pancartas, camisetas, vuvuzelas, silbatos, carracas y bufandas de colores para acompañar sus arengas. “Animamos a todas las partículas por igual, pero a veces hay que mostrar especial cariño por las que lo están pasando peor, como los haces de iones de plomo, que al ser más pesados les cuesta más aunque se esfuerzan el doble”, apunta el entrenador de aquagym de un grupo de piones.

El bosón de Higgs ha declarado que le parece una medida demagógica y buenista, y que a él nunca nadie le ha regalado nada.

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