Starbucks Corporation, la popular cadena internacional de cafeterías, ha anunciado en su página web que sustituirá el stock de cafeteras de goteo con filtro por otras que utilizarán directamente un filtro de TikTok para ahorrarle al usuario final el esfuerzo de tener que embellecer la foto que le sacan a su capuchino para colgarlo luego en su perfil de la red social con estrellas centelleantes, virados a sepia, efectos de celuloide desgastado o stickers de arcoiris. La compañía advierte de que el café que sirvan seguirá sabiendo “exactamente igual que antes, para bien o para mal” pero el precio se incrementará un 50% “porque no me van ustedes a comparar un filtro de nailon sosísimo con este filtro Moving Mirrors Retro Hipnosis, que casi hasta dan ganas de bebérselo”.

Siempre innovando

Según la revista Forbes, la compañía creada en Seattle en 1971 y que cotiza en la bolsa NASDAQ pretende ampliar y renovar su espectro de clientes, estancado desde hace más de una década en un segmento de población hipster de profesionales liberales de entre 35 y 45 años a los que no les importa pagar 10 euros por un cortado pero que “ya no son paradigma de nada y aunque se siguen considerando modernos, los años pasan, van echando barriga y no pueden disimular la alopecia por mucha barba trasnochada que se sigan dejando y mucho sombrero fedora que se pongan”, comenta Olga Fapasta, asistente a la dirección de Marketing de Starbucks para Europa.

“Nuestro objetivo es captar al público más joven de influencers de TikTok, que pagan igual pero a los que no les interesa ingerir el café, sino que les basta con grabarse una video reacción tirándoselo hirviendo en su propia cara, lo cual siempre es un alivio”, concluye.

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