Yevgueni Prigozhin, el que fuera jefe militar de la empresa de mercenarios Wagner, ha confirmado que comenzará una nueva etapa vital y profesional como colaborador en la versión de Sálvame que prepara Netflix. Jorge Javier Vázquez, Lydia Lozano, Kiko Matamoros o Belén Esteban han asegurado que recibirán con los brazos abiertos a su nuevo compañero de plató, aunque le advierten que “una cosa es reventar ciudades ucranianas o helicópteros del ejército ruso y otra estar aquí, aguantando carros y carretas, con Kiko Hernández por un lado y el polígrafo de Conchita por el otro”, comenta Jorge Javier, quien sugiere que está por ver si el ex paramilitar aguantará la presión.

Nuevas oportunidades

La revuelta contra Vladimir Putin y la cúpula militar rusa iniciada por Prigozhin a finales de la semana pasada y que ha terminado con el desmantelamiento del Grupo Wagner y el exilio forzoso de su líder “ha sido una puerta que se ha cerrado para que pudiera abrirse una ventana”, explica el paramilitar, que confía en hacer con la paciencia de Chelo García Cortés lo mismo que hizo con el sur de Bajmut. A pesar de sus años de experiencia en combate, con acciones armadas en Siria, Sudán, Venezuela, Libia, Mozambique, Malí y más recientemente el óblast de Donetsk, Prigozhin confiesa sentirse un poco nervioso e intimidado por las cámaras, los focos y la posibilidad de que a Terelu Campos le puedan enviar un whatsapp inesperado en medio de una de sus intervenciones en el programa, aunque confía en estar a la altura.

“Lo que peor voy a llevar son los amaneramientos de Víctor Sandoval, llámenme tradicional”, comenta “el chef de Putin”, quien recuerda que por algo llamó a su ejército privado de élite Grupo Wagner y no Grupo Los Javis.

© elkarma.eus