Un operativo especial de la Ertzaintza, ha culminado este martes con la detención en Bilbao de una célula terrorista de técnicos de refrigeración responsable de la instalación de cerca de 20 equipos de aire acondicionado, que estaban sembrando el pánico en edificios institucionales, entidades bancarias, supermercados o medios de transporte público. El grupo criminal nunca ha hecho público ningún manifiesto para justificar sus acciones pero la fiscalía considera incalculable el daño que ha podido causar a la población diseminando los aparatos de aire acondicionado, incluidos en el listado de artefactos prohibidos por la Convención de Armas Convencionales del Consejo Europeo.

Crímenes contra la humanidad

La gripe o la legionella son sólo algunas de las devastadoras consecuencias de la instalación deliberada de aparatos de aire acondicionado de la que se acusa al grupo terrorista, a cuyos miembros se les mantiene aislados e incomunicados en celdas equipadas con paipais. “Son unos asesinos. Unos criminales. El otro día me monté en el metro y no estuve ni diez minutos dentro, pero a la mañana siguiente yo era todo mocos, dolor de garganta, migraña y dolores cervicales. Por culpa del puto aire. Hijos de puta. Que les encierren y tiren la llave. Pena de muerte ya”, declara una víctima del comando instalador.

El portavoz de la policía ha comunicado que cerca del lugar de la detención había un colegio y es previsible que la célula terrorista lo hubiese marcado como objetivo para próximos atentados, provocando una auténtica masacre. “No quieran ustedes ver a un niño con faringitis llorando toda la noche. No son personas. Son animales. Los terroristas, quiero decir”, explica uno de los mandos.

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