La subsecretaría del Ministerio de Interior ha aprobado la nueva propuesta de reglamentación de equipamientos de colegios electorales y el próximo 23 de julio se colocarán pequeñas canastas sobre las urnas para que el ciudadano pueda encestar su voto a distancia y, de este modo, se dote a los comicios de un carácter lúdico que contribuya a incentivar la participación. Funcionarios de la Junta Electoral Central supervisarán las canastas el día anterior e instruirán a presidentes de mesa y vocales sobre cómo vitorear al votante cuando atine dentro y cómo decirle que lo importante es participar cuando falle.

Democracia es diversión

La medida pretende reducir la abstención, apelando al instinto competitivo del ciudadano, “aunque no se permitirá a nadie hacer mates, principalmente porque la urna está a un metro del suelo y quedaría ridículo”. Por primera vez las urnas estarán destapadas para que al votante le resulte más fácil encestar y no se frustre si no acierta. “Se barajaron varias opciones. La primera emulaba al juego de la rana, ese que hay en la puerta de algunos bares de viejos y que consiste en encajar unos discos dentro de la boca de una rana metálica. Ni Dios acertaba en las pruebas. La segunda era acudir al deporte rey y que se votase chutando la papeleta hacia la urna abierta, convenientemente volcada de lado simulando una portería. Pero la maniobra llevaba demasiado tiempo cada vez. Lo del baloncesto ha sido una solución de consenso”, informa la reponedora de la máquina de café de la Dirección General de Política Interior.

Los votantes de Vox contarán también con la opción, si así lo desean, de clavar su sobre en la punta de un estoque, apuntar a la rendija de la urna y votar al descabello.

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